Six million Salvadorans have an appointment with the polls this coming Sunday, February 4th. On the horizon is the intention of the current president, Nayib Bukele, to run for reelection despite the country’s constitution expressly prohibiting it.
The president, whose strength lies in his fight against the maras, has a preference of 70.9% of the electorate, according to the latest survey by the Center for Citizen Studies (CEC) of Francisco Gavidia University. His opponents accuse him of anti-democratic practices, corruption, attacks on independent media, deals with gangs behind society’s back, and using a Supreme Court with aligned magistrates to achieve a favorable ruling for reelection.
The former disciple of Saint Oscar Arnulfo Romero – and current emeritus auxiliary bishop of San Salvador – laments the criminalization of those sectors that seek to articulate peace initiatives outside the hard-line policy applied by President Bukele since June 2019 in his fight against maras.
How does your country arrive at these presidential and legislative elections?
I have used two images to describe the pre-election landscape. The first: David vs. Goliath. There is a scandalous disproportion between the resources of the ruling party and those of the opposition parties. These have even been denied access to the debt they are entitled to. The sleeping giant is the people. It seems not to realize what it means to be able to change the country’s course with their vote. Polls indicate that the election results could lead us to a single-party or hegemonic-party reality.
Human rights organizations have expressed concern over some documented abuses during the state of emergency imposed by President Bukele’s government in his fight against maras. Is this also a cause for concern for the Salvadoran Church?
The outcry from the national and international community following this issue is desperate. Faced with a massive violation of human rights, the government remains insensitive and is willing to prolong this exceptional situation without caring about the suffering of thousands of affected families. Thank God, thousands of prisoners have been released, but almost no one dares to speak out for fear of reprisals. We are facing a regime of terror.
Do you think the militarization of citizen security is a strategy that the next government may continue to use to combat maras, or should the focus be on other areas?
The budget for the Armed Forces is extremely high, and abuses by many of its members are daily occurrences. It is very simple, but perhaps utopian: to challenge the purely repressive model and adopt the preventive method used by Don Bosco. We Christians believe that every human being, even the worst criminal, has the right to an opportunity. As Saint John Paul II said, only love transforms people. The current government proposal is unsustainable.
During Bukele’s term, judicial cases relating to human rights violations committed during the civil war have also been reopened, such as the El Mozote massacre or the Jesuits’ case. Do you think the current government has promoted access to justice and truth for victims of armed conflict, or is this still a pending task for the next government?
The president has described the peace agreements as “a pact of the corrupt” and has refused to celebrate their anniversary. At the same time, the justice system has issued arrest warrants for emblematic individuals who fought exemplary battles for peace with justice and the preservation of memory. Who are they trying to protect?
In Central America, it seems that there is once again a wave of anti-democratic governments. The clearest example would be Nicaragua…
Here we find a paradox. While several governments are becoming more authoritarian, the surprise election of President (Bernardo) Arévalo in Guatemala emerges, who won with a commitment to fight corruption and impunity. His victory owes much to civil society, indigenous people, and institutions like the Supreme Electoral Court. His task is not being easy, but his commitment inspires many people.
What would Saint Oscar Romero say to Salvadorans in the face of this upcoming electoral process?
He always dreamed of a free people. He said that God wants to save us as a people. And he explained: “What is the mass? The more ignorant, the better. The more alienated, the better.” And with admirable clarity, he added: “People are the organized community in which everyone conspires for the common good.” Applying this vision, I am reminded of the titles of three episcopal messages that refer to the elections: A conscious, free, and democratic vote; Vote for the future, and Your vote counts, don’t throw it away.
Alfa & Omega: https://alfayomega.es/gregorio-rosa-chavez-las-elecciones-podrian-llevarnos-a-una-realidad-de-partido-unico/
Gregorio Rosa Chávez: «Las elecciones podrían llevarnos a una realidad de partido único»
Seis millones de salvadoreños tienen una cita con las urnas este próximo domingo 4 de febrero. En el horizonte se encuentra la intención del actual mandatario, Nayib Bukele, de optar a la reelección pese que la Constitución del país lo prohíbe expresamente.
El presidente, cuya fortaleza radica en el combate contra las maras, cuenta con una preferencia del 70,9% del electorado, según el último sondeo del Centro de Estudios Ciudadanos (CEC) de la Universidad Francisco Gavidia. Sus opositores le achacan formas antidemocráticas, corrupción, ataque a medios independientes, acuerdos con las pandillas a espaldas de la sociedad y valerse de un Tribunal Supremo con magistrados afines para lograr una sentencia favorable a la reelección.
El que fuera discípulo de san Óscar Arnulfo Romero —y actual obispo auxiliar emérito de San Salvador— lamenta la criminalización que se realiza de aquellos sectores que buscan articular iniciativas de paz al margen de la política de mano dura aplicada desde junio de 2019 por el presidente Bukele en su lucha contra de las maras.
¿Cómo llega su país a estas elecciones presidenciales y legislativas?
He usado dos imágenes para describir el panorama preelectoral. La primera: David contra Goliat. Hay una desproporción escandalosa entre los recursos del oficialismo y los de los partidos de la oposición. A estos, incluso se les negó el acceso a la deuda a la que tienen derecho. El gigante dormido es el pueblo. Parece no darse cuenta de lo que significa poder dar otro rumbo al país con su voto. Las encuestas indican que el resultado de las elecciones podría llevarnos a una realidad de partido único o de partido hegemónico.
Organismos de derechos humanos han manifestado preocupación por algunos abusos documentados durante el régimen de excepción impuesto por el gobierno del presidente Bukele en el marco de su lucha contra las maras. ¿Es también signo de preocupación para la Iglesia salvadoreña?
El clamor de la comunidad nacional e internacional que sigue este tema es desesperado. Ante una violación masiva de los derechos humanos, el Gobierno permanece insensible y está dispuesto a prolongar esta situación excepcional sin que le importe el sufrimiento de miles de familias afectadas. Gracias a Dios hay miles de prisioneros que han sido liberados, pero casi nadie se atreve a hablar por miedo a las represalias. Estamos ante un régimen de terror.
¿Considera que la militarización de la seguridad ciudadana es una estrategia que puede seguir manteniendo el próximo Gobierno para combatir a las maras o se debería poner el acento en otros ámbitos?
El presupuesto para las Fuerzas Armadas es altísimo y los abusos de muchos de sus miembros son el pan de cada día. Es muy sencillo, pero quizá utópico: que se ponga en crisis el modelo totalmente represivo y se adopte el método preventivo que usaba Don Bosco. Los cristianos creemos que todo ser humano, aunque sea el peor criminal, tiene derecho a una oportunidad. Como decía san Juan Pablo II, solo el amor transforma a las personas. La propuesta actual del Gobierno es insostenible.
Durante el mandato de Bukele también se han reabierto casos judiciales correspondientes a violaciones a los derechos humanos cometidos durante la guerra civil, como la masacre de El Mozote o el caso jesuitas. ¿Considera que el actual Ejecutivo ha promovido el acceso a la justicia y verdad de las víctimas del conflicto armado o sigue siendo esto una tarea pendiente para el próximo Gobierno?
El presidente ha calificado los acuerdos de paz como «un pacto de corruptos» y se ha negado a celebrar el aniversario de los mismos. Al mismo tiempo, el sistema de justicia ha dado órdenes de captura para personas emblemáticas que lucharon ejemplarmente por una paz con justicia y por la conservación de la memoria. ¿A quiénes se pretende proteger?
En Centroamérica pareciera que nuevamente hay una ola de Gobiernos anti-democráticos. El ejemplo más claro sería Nicaragua…
Aquí nos encontramos ante una paradoja. Mientras varios gobiernos se vuelven más autoritarios, surge la sorpresa de la elección del presidente (Bernardo) Arévalo en Guatemala, quien ganó con el compromiso de combatir la corrupción y la impunidad. Su victoria debe mucho a la sociedad civil, al pueblo indígena y a instituciones como el Tribunal Supremo Electoral. Su tarea no está siendo fácil pero su compromiso inspira a mucha gente.
¿Qué diría hoy san Óscar Romero a los salvadoreños ante este próximo proceso electoral?
Él siempre soñó con un pueblo libre. Dijo que Dios quiere salvarnos como pueblo. Y explicó: «¿Qué es la masa? El montón de gente cuanto más ignorante, mejor. Cuanto más alienada, mejor». Y con una lucidez admirable, añadió: «Pueblo es la comunidad organizada en la que todos conspiran al bien común». Aplicando esta visión me vienen a la mente los títulos de tres mensajes del episcopado que se refieren a las elecciones: Un voto consciente, libre y democrático; Votar pensando en el futuro, y Tu voto vale, no lo botes.
Alfa & Omega: https://alfayomega.es/gregorio-rosa-chavez-las-elecciones-podrian-llevarnos-a-una-realidad-de-partido-unico/