In the last 10 years, El Salvador has dropped 24 points in the Global Freedom Index, according to the Freedom House report released on February 28. The report points to the change in electoral rules as a determining factor.
According to the report, El Salvador falls into the category of “Partly Free” country and ended the year 2023 with a score of 53 out of 100. In this balance, it obtained a rating of 21 out of 40 in the political rights category and 32 out of 60 in civil liberties.
In the last decade’s recap, El Salvador was the eighth country with the biggest drop, with a total of 24 points less, only surpassed by Nicaragua, which has had the most drastic fall in the world, with a score of 38; followed by Libya (32), Tanzania (28), Turkey (27), Burkina Faso (26), and two regional zones.
The Freedom House report reveals that the changes in electoral rules in El Salvador have been decisive “in a way that helps the incumbents compete or simply allows them to run, despite constitutional term limits” and made a connection with events during the current administration that have helped consolidate power.
“In El Salvador, President Nayib Bukele has significantly modified electoral rules to overcome a constitutional ban on presidential re-election and consolidate political power. In 2021, Bukele appointed new Supreme Court judges who reinterpreted the Constitution to allow him to run for a second consecutive term,” the report states.
“In 2023, the government-controlled legislature repealed the prohibition of modifying the electoral system within the year following an election and quickly pushed for a reduction in the size of the next Legislative Assembly, as well as other changes in voting procedures. These changes were expected to help concentrate power in the hands of Bukele’s Nuevas Ideas party. El Salvador declined to be Partly Free in 2019 during Bukele’s first year in office, and the country’s score has dropped 24 points in the last decade,” it adds.
According to researcher José Marinero, the report confirms that “authoritarianism is advancing in El Salvador” and that the “crisis in democracy” may worsen in the coming years, as there is a rapid fall in the Global Freedom Indexes.
“All of this is the result of an authoritarian project that, without fear of being wrong, we can now call a dictatorship. That is how regimes that have concentrated power illegitimately, eliminated checks and balances, and break the rules to perpetuate themselves in power, are called. It seems that everything indicates that what is coming for citizens after the elections are even more setbacks in the respect of civil and political rights, which is precisely what this particular index measures,” he said.
In 2015, El Salvador’s rating was 75, and since 2017, it has been on a constant downward trajectory, according to Freedom House.
El Salvador descendió 24 puntos en Índice de Libertad, en 10 años
En los últimos 10 años, El Salvador ha descendido 24 puntos en el Índice de Libertad Global, según el reporte de Freedom House dado a conocer el 28 de febrero. El informe señala el cambio de reglas electorales como un factor determinante.
De acuerdo con el reporte, El Salvador se encuentra en la categoría de país “Parcialmente Libre” y cerró el año 2023 con una puntuación de 53 sobre 100. En ese balance, obtuvo la calificación de 21 sobre 40 en el rubro de derechos políticos y de 32 sobre 60 en las libertades civiles.
En el recuento de la última década, El Salvador fue el octavo país que más descendió, con un total de 24 puntos menos, solo superado por Nicaragua, que es el que ha tenido la caída más drástica en el mundo, con un puntaje de 38; siguen Libia (32), Tanzania (28), Turquía (27), Burkina Faso (26) y dos zonas regionales.
El informe de Freedom House expone que los cambios de reglas electorales en El Salvador han sido determinantes “a manera que ayuden a los titulares a competir o simplemente permitirles postularse, a pesar de los límites constitucionales de mandato” e hizo una relación de hechos durante la actual administración que han ayudado a consolidar el poder.
“En El Salvador, el presidente Nayib Bukele ha modificado significativamente las reglas electorales para superar una prohibición constitucional de la reelección presidencial y consolidar el poder político. En 2021 Bukele nombró nuevos jueces de la Corte Suprema, que reinterpretaron la Constitución para permitirle presentarse a un segundo mandato consecutivo”, menciona el informe.
“En 2023, la legislatura controlada por el gobierno derogó la prohibición de modificar el sistema electoral dentro del año posterior a una elección y rápidamente impulsó una reducción en el tamaño de la próxima Asamblea Legislativa, así como otros cambios en los procedimientos de votación. Se esperaba que estos cambios ayudaran a concentrar el poder en manos del partido Nuevas Ideas de Bukele. El Salvador declinó ser Parcialmente Libre en 2019, durante el primer año en el cargo de Bukele y la puntuación del país ha caído 24 puntos en la última década”, agrega.
De acuerdo con el investigador José Marinero, el informe confirma que “el autoritarismo avanza en El Salvador” y que la “crisis en la democracia” se puede agudizar en los próximos años, pues se cae aceleradamente en los Índices de Libertad Global.
“Todo ello es producto de un proyecto autoritario que, sin temor a equivocarnos, ahora podemos calificar de dictadura. Así se denominan los regímenes que han concentrado el poder de manera ilegítima, han eliminado los frenos y contrapesos y además rompen las reglas para perpetuarse en el poder. Me parece que todo indica que lo que viene para la ciudadanía, después de las elecciones, son aún más retrocesos en el respeto de derechos civiles y políticos, que es precisamente lo que mide este índice en particular”, expuso.
En el año 2015, la calificación de El Salvador era de 75 y desde el año 2017 ha ido en una dinámica de descenso constante, de acuerdo con Freedom House.