The General Directorate of Education evaded reporting how many schools the Ministry of Education (MINED) has closed nationwide and the reasons considered for them to cease operations.
In response to an information request made by this newspaper to the institution, inquiring about the closure of schools and the districts where they occurred, the Ministry of Education provided a response different from what was requested: “The ministry has a comprehensive vision for educational centers. This includes the implementation of the educational model and its pedagogical core, which requires conditions that promote learning with equity and educational inclusion for all students in El Salvador.”
It added that MINED “is currently immersed in an effort to consolidate the Mi Nueva Escuela [My New School] education reform, in order to guarantee that the Salvadoran school-age population reaches its maximum potential.”
According to data from the Observatory of Public Education of El Salvador, managed by the Salvadoran Teachers’ Front (FMS), updated as of April 4, the number of schools closed by MINED totaled 70. The FMS was one of the first unions to denounce the school closures earlier this year.
The observatory’s data indicates that the latest schools to close were the Zapote Abajo School Center in Ayutuxtepeque, which reportedly only requires minor repairs and paint; the Costa Brava School Center in Metalío; and the Los Laureles School Center in Acajutla.
Most Affected Municipalities
Sonsonate tops the list of departments most affected by school closures, with a total of 25; followed by Usulután with 16 and San Salvador with eight. Meanwhile, four schools were closed in each of Santa Ana, La Libertad, and Morazán. Ahuachapán, Chalatenango, and Cabañas each reported one closure.
The Salvadoran Teachers’ Front maintains that most closures have occurred in rural areas, emphasizing that closing educational centers is not the solution and that the most affected are poor families residing in these areas.
It warns that the number could be higher, as other centers are in the process of closing, either through a merger with another school, which implies students being transferred.
There are also gradual closures, with school administration being transferred to another school where students are also relocated.
Currently, the FMS does not know the number of students affected by these circumstances, due to the variability in the number of students enrolled in each school.
“The Ministry of Education justifies these closures based on the school dropout rate, but we need to look at the causes of that, which are poverty, emigration, and also the effects of the state of exception (…) It shouldn’t be a justification, but we see that closing schools increases dropout rates, and these closures are due to budget cuts and the intention to save money on education; this is violating the right to education,” the FMS has denounced.
MINED has also not publicly admitted to closing the educational centers, claiming they are only being unified.
In early March, the Minister of Education, José Mauricio Pineda, addressed the issue for the first time before a legislative committee. He asserted that “closing a school is a phrase we are not using. We are unifying them.” He argued that three or four educational centers can be found within one kilometer and “that is the problem.”
Low Enrollment
In mid-February of this year, the Union of Public Education Teachers of El Salvador (SIMEDUCO) and the Association of Private Schools estimated that at least 50,000 students from the public and private sectors did not enroll in 2024.
Among the factors analyzed, they considered the closure of educational centers, especially in rural areas and communities with less access to resources, which limits options for students to continue their education.
The Association of Private Schools of El Salvador stated at that time that enrollment showed a similar reduction in 2024.
Teachers mentioned cases where students have longer journeys to attend classes, which discourages enrollment, and they ultimately opt to stop studying.
“We believe that part of this is also due to this environment of instability in which some schools have been closed. Some parents have made the decision, although very few, that their child better not study this year because it’s complicated for them to pay for two minibuses or because they couldn’t find a minibus to take the student to the school that was the option presented by the Ministry of Education,” explained Francisco Zelada, secretary general of SIMEDUCO, at the time.
The delay in the delivery of school kits, the limited conditions under which students receive classes in some schools, and unfinished work in various school centers that disrupt the normal functioning of classes are part of the complaints that unions and parents are making to the Ministry of Education, in addition to the school closures.
Ministerio de Educación evade informar sobre cierre de escuelas a escala nacional
La Dirección General de Educación evadió informar sobre cuántas escuelas ha cerrado el Ministerio de Educación (MINED) a escala nacional y los motivos tomados en cuenta para que estas dejaran de funcionar.
En una solicitud de información que este periódico le hizo a la institución, en la que se le consultó sobre el cierre de las escuelas y los distritos donde habían ocurrido, el Ministerio de Educación proporcionó una respuesta diferente a lo solicitado: “El ministerio tiene una visión integral para los centros educativos. Esta incluye la implementación del modelo educativo y de su núcleo pedagógico que requiere condiciones que favorezcan el aprendizaje con equidad e inclusión educativa para todos los estudiantes de El Salvador”.
Añadió que el MINED “está actualmente inmerso en un esfuerzo para consolidar la reforma educativa Mi Nueva Escuela, a fin de garantizar que la población salvadoreña en edad escolar alcance su máximo potencial”.
De acuerdo con los datos del Observatorio de la Educación Pública de El Salvador, del Frente Magisterial Salvadoreño (FMS), actualizados hasta el 4 de abril pasado, los centros escolares cerrados por el MINED sumaban 70. El FMS fue uno de los primeros sindicatos en denunciar el cierre de escuelas, a inicios de este año.
Los datos del observatorio indican que las últimas escuelas que cerraron fueron el Centro Escolar Zapote Abajo, en Ayutuxtepeque, que según el reporte requiere solo reparaciones menores y pintura; el Centro Escolar Costa Brava en Metalío y el Centro Escolar Los Laureles, en Acajutla.
Municipios más afectados
Sonsonate encabeza el listado de departamentos más afectados por el cierre de escuelas, con un total de 25; seguido de Usulután con 16 y San Salvador con ocho. Mientras que en Santa Ana, La Libertad y Morazán cerraron cuatro. Ahuachapán, Chalatenango y Cabañas reportaron el cierre de una en cada departamento.
El Frente Magisterial Salvadoreño sostiene que la mayoría de cierres ha ocurrido en la zona rural, enfatizando que la solución no es cerrar los centros educativos y que las más afectadas son las familias pobres que residen en la zona.
Advierte que la cantidad podría ser mayor, porque otros centros están en el proceso de cierre, ya sea por una fusión con otra escuela, que implica que los alumnos sean trasladados.
También hay cierres progresivos y la administración escolar ya pasa a manos de otra escuela a donde también reubican a los estudiantes.
Actualmente, el Frente Magisterial desconoce la cantidad de estudiantes afectados por estas circunstancias, por lo variable que es el número de alumnos inscritos en cada escuela.
“El Ministerio de Educación justifica que se han tomado estos cierres debido a la deserción escolar, pero hay que ver las causas de eso, que son la pobreza, la emigración y también los efectos del régimen de excepción (…) No debe ser justificación, pero vemos que el cierre de los centros escolares aumentan los índices de deserción y estos cierres son por el recorte en el presupuesto y la intención de ahorrar en la educación, esto está vulnerando el derecho a la educación”, ha denunciado el Frente Magisterial.
El MINED tampoco ha admitido de forma pública el cierre de los centros educativos asegurando que solo están siendo unificados.
A inicios de marzo pasado, el ministro de Educación, José Mauricio Pineda, se refirió por primera vez al tema ante una comisión legislativa. Aseguró que “cerrar una escuela es una palabra que no estamos utilizando. Estamos unificándolas”. Argumentó que en un kilómetro se pueden encontrar tres o cuatro centros educativos y “ese es el problema”.
Baja matrícula
A mediados de febrero de este año, el Sindicato de Maestros y Maestras de la Educación Pública de El Salvador (SIMEDUCO) y la Asociación de Colegios Privados estimaron que al menos 50,000 estudiantes del sector público y privado no se matricularon en 2025.
Dentro de los factores analizados consideraron está el cierre de los centros educativos, especialmente en zonas rurales y comunidades con menor acceso a recursos que les limita las opciones para que los estudiantes continúen.
La Asociación de Colegios Privados de El Salvador sostuvo, en ese momento, que en 2024 la matrícula presentó una reducción similar.
Los maestros mencionaron que hay casos en los que los estudiantes hacen trayectos más largos para asistir a clases y esto desmotiva la inscripción y finalmente optan por dejar de estudiar.
“Creemos que una parte también se debe a este ambiente de inestabilidad en que algunas escuelas han sido cerradas. Hay padres de familia que han tomado la decisión, muy pocos por cierto, pero han tomado la decisión que este año mejor su niño no estudie porque se les complica para pagarle dos microbuses o porque no encontró microbús que llevara al alumno a aquella escuela, que es la opción que les presentó el Ministerio de Educación”, explicó Francisco Zelada, secretario general del SIMEDUCO, en aquel momento.
El retraso en la entrega de paquetes escolares, las limitadas condiciones en las que alumnos reciben clases en algunas escuelas y los trabajos sin concluir en diferentes centros escolares que interrumpen el funcionamiento normal de las clases, son parte de las denuncias que sindicatos y padres de familias hacen al Ministerio de Educación, además del cierre de escuelas.